parte 3 del viaje, argentina: la patagonia (bariloche, puerto madryn, el calafate y ushuaia)

esta parte del viaje fue verdaderamente alucinante, vimos y vivimos cosas que nunca habíamos experiemntado así: la nieve, el viento, los lagos, la montaña, el mar, el hielo, los árboles patagónicos, el frío, en invierno austral, los glaciares, el fin del mundo. fue la parte más agotadora del viaje pero la más hermosa. llegamos a bariloche y hacía mucho frío, había viento y descubrimos el paisaje de las montañas y el lago nahuel huapi (nombre que a mi me divierte muchísimo), subimos al cerro otto (donde nos nevó y donde nos congelamos y donde nos aventamos nieve) y al cerro catedral (donde nos tocó un día hermoso pero casi nos quedamos ciegos por no llevar lentes obscuros ja ja), comimos el plato típico de bariloche que son los ahumados: jabalí, ciervo, trucha, salmón, ay que rico… de bariloche tomamos un autobús a puerto madryn en la costa atlántica dónde visitamos la península de valdés donde vimos ballenas weeeeeeeeeeeeeeeee y otra serie de animales patagónicos pero sobre todo lo impresionante fue ver los paisajes, el horizonte y la falta de seres humanos, en puerto madryn a mau le dio gripa y tuvimos una miniaventura con la tarjeta de crédito (estar lejos de todo y no poder sacar dinero, divertido) y conocimos un poco de la fundación d epuerto madryn, la colonización de la región por parte de los galeses y como al día de hoy mantienen su cultura y su idioma (y sus postres y pasteles y mermeladas que son una verdadera delicia)… de puerto madryn nos fuimos al calafate en un maratónico camión de 22 horas, durante la noche la cruz del sur nos acompañaba y lo más impresionante era ir viendo por la ventana y no ver signo alguno de vida humana durante lapsos de 2 o 3 horas, impresionante, ahí fue donde fuimos cobrando conciencia de lo lejos que estabamos de todo… llegando al calafate comimos una pizza y luego contratamos el tour al glaciar perito moreno, en aras de aprovechar el tiempo, christian preguntó si había algo que pudieramos hacer en ese instante y el tipo d ela agencia dijo que sí, una cabalgata de dos horas… misma que tomamos y que nuestros traseros sufrieron tras largas 22 horas en los camiones ja ja ja ja ja ja ja pero vimos unos paisajes que valieron la pena, la cordillera a esa latitud y el lago argentino con un color azul extraño, el frío en la cara (cabe mencionar que ese día fue mi día de mala suerte, mi gripa estaba a todo lo que daba, me resbalé en el hielo y me lastimé las rodillas y las manos, me llené de lodo, mi caballo no me obedecía e iba lento lento y bajando del caballo pisé una montaña enorme de caca de caballo, llegando al hotel me metí a bañar e inundé el baño ja ja ja ja ja ja ja ja)… fuimos entonces al día siguiente al glaciar en un tour que fue muy aleccionador de cómo es que esa región se fue poblando y de muchas cosas de la historia argentina, en ese tour conocimos a una chava de morelia que nos usó de fotógrafos todo el tour, una pareja de rosarinos muy amables que iban haciendo la misma ruta que nosotros sólo que ellos en coche, una guatemalteca y una nicaragüense que no paraban de hablar ni de decir tonterías, un chef español que era como un troll, etc… una serie de bichos raros, no gente normal como nosotros ja ja ja… bueno, llegamos al perito moreno y la verdad que es algo que vale la pena ver, tomamos como 300 fotografías, no dábamos crédito a los colores, las dimensiones, la sensación de estar dentro de un congelador, impresionante… al día siguiente caminamos por el pueblo del calafate que no es muy grande y no hay mucho que hacer y fuimos escoltados por tres perrotes todo el camino, comimos otro plato de ahumados patagónicos y fuimos al aeropuerto para tomar nuestro vuelo a ushuaia… llegamos a ushuaia, el fin del mundo… ahí fuimos al tren del fin del mundo que estuvo lindo pero fue prescindible, fuimos al museo del presidio que valió mucho la pena y fuimos al tour de navegación que nos llevó a ver las ilsas de lobos y la de pájaros y el faro dónde estuvimos muy contentos. habíamos llegado hasta allá. weeeeeee. esa noche cenamos cordero patagónico hasta morir. al día siguiente amaneció nevando y fuimos al glaciar martial (que nos dijeron que no se vería nada pero igual fuimos), subimos la montaña, nos nevó, caminamos en la nieve, nos hundimos en ella y nos tomamos fotos con un hombrecito de nieve que estaba en medio del camino… caminamos por ushuaia hasta que fue hora de ir al aeropuerto, tomar el vuelo y cerrar esta etapa del viaje…